Descubre
Presentación
Teatro Infantil
Hojas aL viento
Escritos Varios
Viajes culturales
Obras teatrales
Crepusculares
Facultad de Educación
Brisas...
Diálogos, charlas y otros
Publicaciones
Otras
Libro de visitantes
Contacto
Link
 

Escritos Varios



Desde mi oficina de cristal y sueños entrego estos escritos varios...
                                          -o-o-o-0-0-0-o-o-o-

LUZ DE OTOÑO EN RÁNQUIL
                                                          Para 
                                                          María, 
                                                          mi mujer y compañera 
                                                          por más de 40 otoños 
                                                          de mi vida

   Luz de otoño, suave, melancólica, como atardecer de adioses.
   Una brisa fresca, de armoniosas voces de niños inunda la llegada a la escuela de Ránquil y, una extraña inquietud que traía, se transforma en una gran alegría al descubrir que la campana metálica de dorado acuñar, sigue inundando con sus claros y balbucientes tañidos, los valles y caminos polvorientos del lugar.
   De pronto, la luz de otoño como una manta gris cubre el espacio donde está la escuela y en lo alto de un álamo las hojas parecen murmurar. La tarde se marcha. Un viento aparece. 
   La escuela está vacía. Se oye el silencio que invita a recordar:

   Los niños de la Escuela de Ránquil, llegaban temprano trayendo en sus mejillas y cabellos el frescor matutino del rocío, el musitar de los bosques y el murmullo del río; al atardecer volvían a sus hogares, en carreras y juegos con sus ojos radiantes de felicidad...

    Luz de otoño... crujen los senderos, suena el caminar. Hojas en el viento cunde la emoción.  
31.03.09
-o-o-o-
OTOÑO  
   Me gusta el otoño... 




   Época en que se cumple el ciclo anual de las hojas danzantes, que juguetonas, en algazara, se columpian en el aire antes de alcanzar su destino natural: tierra en la tierra, polvo vivificante, aparente contradicción...

   Las hojas brillan diversas tonalidades: desde el verde apesumbrado, mediando el rojo pasión, hasta el amarillo pleno o ceniciento en su postrer agonía...

   Permanecer bajo los árboles, mientras leve, muy leve, el tintineo silencioso de las hojas va alfombrando hasta el horizonte...

   Mirar embelesado: ¡Áureas campanillas en flotación etéreas...!

   Y en las calles, plazas o parques, los niños y sus perros regalones brincan, danzan, lloran junto a las hojas caídas del azul a su lenta descomposición...

   El tiempo es hermoso, como juvenil cansancio, y una claridad diáfana emerge de los cielos, no sólo en las noches estrelladas de tibieza, sino en días embriagados de ajeno calor estival.

   Las nubes no osan cerrar su ciclo acuoso y el frío y la lluvia no entran aún en escena.
21.03.09
-o-o-o-
A petición del Jefe de Carrera de Educación Básica, profesor Gonzalo Sáez, entrego un Saludo de Bienvenida a los estudiantes que ingresa, este año 2008, para iniciar su formación como Profesores Básicos.  
-o-o-o-
Saludo de Bienvenida
   "Con el afecto que mis alumnos de siempre se merecen , dedico estas palabras de bienvenida a los nuevos estudiantes del Primer Año de la Carrera de Educación Básica, promoción 2008.
   Siempre inicio
una con juegos de lenguaje y de palabras poéticas. Ahora lo intento con Más Menos y Más o Menos. Dos acepciones diametralmente opuestas, aunque de común origen: el hombre. Son como dos hermanos separados que corren por distintos y contrarios carriles.
   La primera, Más Menos, muy vigente, es un concepto computacional, matemático, que no admite supuesto. Se es, o no se es. Es blanco o negro, es maravilla de la ciencia y la técnica que nos está entregando desarrollo y progreso; pero, a veces, fermentido.
   Más o Menos es conversable y permite el diálogo sereno, puede cambiar los factores que van de menos a más y viceversa, menos mal.
   El uno, es formal, frío, intransigente, ha permitido al hombre alzar el vuelo, dejando su cuna terrestre, hacia otros planetas, mientras abandona en la tierra el detritus de su porquería y maledicencias.
   El otro, es soñador, romántico y, cuando despierta, se ahoga en la miseria de su entorno. Es un hombre que estupefacto, sin comprender en el inicio, va tomando conciencia, y ve que el cerco se va estrechando: 
   - que los desiertos caminan apresurados; 
   - que los mares ya se han transformados en   
     cloca
     de la humanidad; 
   - que los ríos son cauces malolientes de aguas
     putrefactas; 
   - que las personas corren a la miseria de un
     frenético consumismo.
   Entonces, esta persona, atribulada y confusa, se pregunta: ¿dónde está el espíritu? Esa materia etérea, inasible, difusa, ¿dónde? Por eso, decide salir a su encuentro.
  Pasa por las universidades, lamentablemente no estaba. Mucha labor, pero no estaba.
   Pasa por la casa de los satisfechos, mira por las ventanas; frivolidad, frivolidad.
Incursiona por todas partes; por todo tiempo y lugar.
   En los estadios ya no se corre alegremente tras el esférico balón, sino la violencia estalla en todo su esplendor.
   Por las barriadas de los míseros, una mujer "mater dolorosa", luchando contra el barro y la miseria, amamantando a su hijo con lágrimas y sangre para salvarlo de las garras de la muerte.
  Por fin, al término de la ardua jornada, un rayo de luz irradia su vista -regalo del reflejo del sol en una campana- en la tarde que se iba.
   Sus etéreos oídos captan sonidos que vibran inusuales destellos. Vocea claras, livianas que ruedan en escalasatolondradas y juguetonas en una suerte de brillos y de suaves armonías.
  Aguza el oído y comprende que es la "Oda a la Alegría" de Neruda, declamada por niños de 
una escuelita de extramuros de la ciudad. Abre la puerta con decisión para encontrar lo que buscaba.
   Ahí estaba, palpable, asible, en solidario acto de espiritualidad, frente a él, un profesor y sus alumnos en el extraño rito de jugar con la belleza, en la prodigiosa magia de volcar sus almas en la cultura poética y, de súbito, lo comprende todo, en una instancia sabe que la poesía y nada más que la poesía podría salvar nuestro mundo de todos sus males.
   Porque al vibrar con la poesía, ésta se anida en el alma, se iluminan los ojos, palpita el corazón, se extiende la mano, la amplia sonrisa, florece el amor.
  Estimados alumnos... Hoy están en el umbral de esta gran puerta de la Casa de Enrique Molina, la Universidad de Concepción.
   Desde el alto del campanario, nuestro reloj símbolo les dirá diariamente que desde hoy deberán estar, en el momento preciso y en el lugar preciso.
  También les dirá que sus pensamientos deberán estar siempre en las alturas.
   A desarrollar libres, sin libertinajes, sus espíritus. Que dentro de algunas primaveras puedan regalarse y regalarles a sus padres o a sus hijos, ni esperanzas fallidas, ni penas inmerecidas, sino parte de los sueños cumplidos.
  Llegan a esta Comunidad Universitaria, en un tiempo importante y especial. Un momento en que la educación da un vuelco diametral, se moderniza, se actualiza y se pone a la altura con los cambiosque necesitaba.
  Esperamos de ustedes profesionales renovados, dinámicos, creadores, innovadores. En este sentido, son afortunados, porque deberán insertarse en un nuevo concepto del docente.
   Queremos que en ustedes, la sociedad revalorice a uno de los importantes agentes de la educación: Los Profesores Básicos.
   Esta Carrera de Educación Básica de la Facultad de Educación, de esta Universidad, desde hoy, los invita a cuidarla, a defenderla y a honrarla con sus esfuerzos y luego, ccon su proyección como profesores básicos de esta sociedad chilena, busquen la belleza por todos los caminos.
   Sientan la hermosura de una puesta de sol. Bañarse en los ríos para redimir la culpa de los mayores. Sentarse baajo los árboles para escuchar el silencio y abrazar la naturaleza en un real encuentro".

-o-o-o-
     

Cuando la Escuela Nº 74 cumplió 18 años escribí un libreto para no hacer lo tradicional: la simple anunciación de los números a presentar. Entonces, personifiqué a la Campana de la escuela para que ella fuera contando lo que había a su alrededor; así, entre cada recuerdo que la campana hacía, se intercalaba un número a presentar.(Importante: lo que dice relación con el Vergel, me lo regaló María)
El libreto lo titulé:


LA CAMPANA DE LA ESCUELA
                              Manuel Gutiérrez Mieres

  
                                                           Para:
                                                                     Colombina, 
                                                                     Baltazar 
                                                                     y 
                                                                     Facundo,
                                                                     mis nietos...

CORTINAS CERRADAS EN EL ESCENARIO. UNA VOZ EN OFF RECITA UNOS VERSOS DE DANIEL DE LA VEGA


VOZ    : ¿Viajar? ¿Y para qué? El que anhela viajar
              nunca verá la tierra, ni los cielos ,ni el   
              mar...
              Será un ciego, mendigo de verdad. Su
              mirada 
              pasará por las cosas sin saber nunca
              nada.

              Yo sé que entre las cuatro paredes de mi
              huerto 
              tengo encerradas todas las verdades del
              mundo: 
              el pasado brumoso y el porvenir incierto.
              Mi huerto es un pequeño universo profundo.

AL TERMINAR EMPIEZA A OÍRSE UN TAÑIDO DE CAMPANA MIENTRAS LAS CORTINAS SE ABREN LENTAMENTE APARECIENDO LA IMAGEN DE UNA CAMPANA PROYECTADA EN EL ESCENARIO. UNA VOZ FEMENINA SE ESCUCHA: ES LA CAMPANA


CAMPANA: Así como Daniel de la Vega encontró en su huerto tantas cosas hermosas... Yo los invitaré a éste mi universo: "LA ESCUELA" . Aquí, también, entre cuatro paredes hay un mundo maravilloso que hoy cobrará vida.  
Nuestro recorrido durará un año. ¡Sí!, un año en un día tan importante como hoy.
Es OTOÑO... ya se están dorando las hojas; pero yoestoy feliz... ¡Han llegado! ¡Han llegado Ellos...! ¡Han llegado algunos que no me conocían! ¡Mi universo se ha inundado de alegría! El silencio se rompió bruscamente . ¡Otros han regresado...! ¡Espero que no hayan olvidado mi canción!
Mi universo se ha inundado de vida. El silencio se rompió violentamente..
Aquella mañana, desperté asustada con el breve llanto de un pequeño visitante tímido. Era su primer día en la escuela. Pero, ¡cómo asustarme, si ya estoy acostumbrada! Temí tañer, para no incomodarlo más. Luego sonreí, en la gran sala abierta al cielo.

                                      RONDA

CAMPANA: Yo estaba feliz. Miré al abeto. Él también sonreía. Los acontecimientos ya no los veía yo sola. El abeto mi compañero de hace tanto tiempo me acompañaba. El abeto me  ayuda a llevar la pesada ausencia durante las vacasiones de los niños. 
Cuando nos quedamos solos, me cuenta historia de donde él vino. Era muy pequeñito cuando llegó a la escuela; pero, no ha olvidado la hermosura y el perfume de las flores angolinas. Es de noble cuna. Nació en un vergel, en un valle florido muy cerca de los antepasados del copihue y las cononíferas de la hermosa cordillera de Nahuelbuta. 
Ha crecido aquí, en la escuela. ¡Es hermoso!, ¿verdad?. Cuando más pequeño se le hacía difícil soportar el peso de los niños traviesos que se colgaban de sus ramas. ¡Cuántas veces lloró lastimado! Los niños no se daban cuenta del daño que le hacían. Hoy, ¡aliviemos su pesar...!     

                                      

                                 ODA A LA ARAUCARIA

 CAMPANA: A veces, echa de menos a sus hermanos árboles. Le viene la nostalgia; pero, luego, nos mira y piensa que nosotros estamos más cerca de él y su bosque está muy lejos. ¿Cómo podría una escuela sin campana y sin árbol?

                       BAILE (En bosque de la China) 

CAMPANA: Cuando el INVIERNO se hace presente, el viento llega empeñado en hacerme bailar. Tengo que sujetar fuertemente mi vestido de bronce. Me hace sufrir mucho. Mi corazón no puede quedarse tranquilo. No sé por qué mi sonido se hace tan triste en las noches de invierno. ¡No me gustan mucho los inviernos! La lluvia me empapa sin compasión y, lo que es peor, los niños juegan lejos de mí. Todo este tiempo vivo esperando la primavera, sobre todo, estos últimos años que estoy más crecida. Tengo 18 años. ¡La juventud!, ¡la alegría!, ¡la juventud!


                                  BAILE

CAMPANA: ¡Ah! Es la PRIMAVERA. ¡Son los días de mi Patria! Veo como Ella, la bandera, escala cadenciosamente por el mástil hasta quedar en las alturas. Igual que yo. Allí se más hermosa. Sí, las alturas son hermosas para el abeto, para mí y para la bandera.

                         POEMA A LA BANDERA 

CAMPANA: La familia crece aún más, porque aquí tengo a otro amigo que también canta como yo. A veces, me canso de oír mi propia canción, siempre con la misma nota. ¡Ah!. ¿quién tuviera un arpegio como él, que invita a pasear por los recuerdos.

                            PIANO (Antofagasta)

CAMPANA: En este recorrido por el año, me pondré triste nuevamente.¡VERANO! Vendrán muchas cosas importantes. Se acerca el término de las clases. No podré dejar de pensar que los niños se irán.¡Ya me pongo débil! ¡Ya me pongo pausada! Cuando señalo las últimas jornadas, me asomo por la muralla y miro envidiosa a aquellos que pueden moverse. Aquellos que tienen una libertad relativa, y no están quietos como yo: son los pececitos del acuario. Ellos echan de menos al mar. Yo los consuelo diciéndoles que es demasiado grande el mar para ellos

           

               CANCIÓN (Los pececitos dorados)

CAMPANA:Los niños también acudirán al llamado del agua. Irán a las playas, a las montañas en sus vacasiones y, en la distancia estoy segura, llevarán en sus recuerdos: un pedacito del patio, del abeto, de la bandera, del piano, del acuario y de esta campana. Es decir, de todo este pequeño "universo profundo" que espera por ellos, que espera el pronto retorno. Yo cantaré en sus sueños diciéndoles, rogándoles que regresen.

                       CORO: LA CAMPANA 


                                TELÓN 

-o-o-o-   

En enero del 2008, en la ceremonia de Licenciatura de los alumnos de la promoción 2003 de las Carreras de la Infancia (Educación Parvularia, Educación Diferencial y Educación Básica), tuve la ocasión de decir las siguientes palabras finales:      
  Estimados Alumnos:
  Permítanme contarles una historia en los inicios de este acto de Licenciatura. Es una anécdota quizás bella y agria a la vez, noble y grotesca en su dimensión particular y universal por sus proyecciones de derrotismo y esperanza...
Dice así:
   "En un principio, en los albores de la civilización, cuando el hombre poniéndose de pie se aprestaba a iniciar su extraordinaria marcha al encuentro de su humano desarrollo, sucedió lo que ya narro...
Era  un amanecer de esos milenarios tiempos en que dos hombres primitivos, ocultos tras las rocas,observaban con asombroel ir y venir de una hermosa mariposa de vivaces colores.
   Disfrutaban del vaivén zigzagueante de la gácil alada, mientras un sentimiento nuevo irradió en sus mentes en ciernes y desearon terminar con la libertad de la mariposa.
   Alegres como niños en juegos, la persiguieron por doquier para capturala con sus toscas manos. Correteaban tras ella sin poder alcanzarla, porque su vuelo mantenía su preciosa libertad.
   En un momento dado, la mariposa se posa en uno de ellos y el otro asiendo un garrote lo descarga en el blanco elegido; pero,el golpe sólo cae en plena en plena cabeza del furtivo cazador; éste exige una explicación  y sale de escena. 
   Vuelve más tarde con otros acompañantes con sendos garrotes que hacen huir al iniciador que también vuelve con más acompañantes. con más sendos garrotes...
   Y así nació, estimados alumnos,  para la sufrida humanidad esa madrastra malintencionada, esa injusta y cruel sin razón  que reina sobre las ruinas y los escombros, esa insana pasión de lobos contra lobos que se llama Violencia".
   Y la mariposa siguió su vuelo sin poder jamás posarse entre los hombres y éstos no cesaron en su afán de terminar con su libre y alada presencia.
   El vuelo sigue y no es alcanzado. Es dorada mariposa o nívea paloma, una idea gentil o ansiada quimera, un fruto soñado, una primavera cierta.
   El vuelo está siempre presente y es la esperanza de cada uno y de todos; porque el hombre dimensional desde esos mismos lejanos aconteceres, ha ido desarrollando paralelo, actitudes más nobles, valerosas y de verdad humana que siendo la negación de esa negación, posibilitan el encuentro cierto a la paz y a la hermandad.
   Estamos ciertos que en cada uno de ustedes -profesores formados en las Carreras de la Infancia de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción- en sus corazones, anidan ese vibrátil espíritu que hemos imbolizado.
  Estamos ciertos que ustedes con la fe y el desarrollo libre de sus espíritus, irán engrosando la inmensa legión que procura convertir esta realidad inarmónica e injusta, en un mundo mejor de vital creación.
   Pues bien, llegó la ocasión, es hora de irse. Por eso, estimados alumnos, cuando estén fuera de estas aulas, no miren hacia atrás.
  La nueva etapa que inician, necesita toda la energía, toda la vitalidad, ya que irán por nuevos senderos, aprendiendo y enseñando, pero siempre caminando, buscando el correcto camino, desechando los cantos de sirenas lúgubres que desean truncar y enajenar sus potencialidades.
  Desoír, pues, a los siniestros que quieren apartarlos y convertirlos en jóvenes viejos de la hora actual, porque ustedes, con la pasión de la juventud, serán los actores en la escena de un nuevo despertar en los niños que ya los esperan.
  Decir adiós, es una cuota de gran responsabilidad; pero, sabemos que las virtudes y los ideales que se les inculcó no serán en vano y no se olvidarán.
  Decir adiós, no es ir a buscar el oropel engañoso, ni las artificiosas y pasajeras ambiciones rutinarias; sino que, afirmarse en el permanente y simple juicio de enseñar.
  Decir adiós, es ir por todos los senderos o caminos y en todas las enclucijadas que asomen, destruir el odio que pretenda ahogar el amor; y, aplastar sin piedad la crueldad, la hipocresía, la traición y el egoísmo para que la flor amanezca lozana y jubilosa.
  Decir adiós, es ir con la pasión de la juventud, en la marcha arrolladora, vibrante y clamorosa, buscando los pasos perdidos, desenterrando verdades escondidas, canciones vitales que hablan de ensueños y claridades, para que emerjan, una vez más, florecidas en belleza para los niños.
  No olviden, los profesores somos montones de alegrías y dolores. Cada uno tiene la cuerda sensible y el secreto consiste en hacerla vibrar en las aulas.
  Vayan entonces, pacientemente, a tejer una cadena silenciosa, invisible, de prodigiosa labor, para que los eslabones sean asidos por las manos tiernas y frágiles de los niños y que en algún tiempo cercarán al mundo de aromas de duraznos y manzanos en flor en primavera.
  Salgan en silencio, porque al atravesar los umbrales de la Universidad de Concepción y, en especial, de nuestra Facultad de Educación, sentirán la suerte milagrosa y mágica de no sentirse los mismos que escuchan estos adioses, sino otros, más lejanos para nosotros; pero, más preciados.
¡Adiós, estimados alumnos!
-o-o-o-
 El Decano, Dr. Abelardo Castro Hidalgo, en el año 2007, ha recibido reconocimientos, tanto a nivel nacional como público, por su desempeño como Decano de la Facultad de Educación. Por tal motivo, los profesores de la facultad le ofrecieron una manifestación. Por motivo muy particulares, no pude estar presente; pero, solicité al Director del Depto. de Curriculum, don Ramón Victoriano, que leyera, en esa ocasión, lo que para él escribí: "Abedul" 

-o-o-o-

ABEDUL

   "Hay un árbol en los campos agrestes  que se alza radiante y majestuoso hacia el sol; su madera es alba como los seres de bondadosa formación; su savia es aromática y perfuma el ambiente. El no se ha erguido solo, se alza en un enjambre de hermanos en el bosque.
   Años ha que se yergue, habiendo visto, sentido la vida rauda, fragosa, que lo ha formado.
   Sus compañeros fueron uno a uno cayendo a la faz de la tierra, pero él se mantiene enhiesto.
   Ha sentido el viento y la lluvia juguetear en su ropaje; el huracán ha quebrado sus ramas y  doblegado con furia desatada su tronco, pero no lo ha abatido; el leñador con respeto ante su hermosura no lo ha dañado. 
   Y, ¡ahí lo vemos solitario, sin amargura! Esperando que las simientes de los árboles caídos germinen y fructifiquen, porque él está ahí para enseñar, con vivo ejemplo, la acción de erguirse, levantarse más y más, siempre hacia el sol.
   Ese árbol es un Abedul.
   Hay una persona en nuestra Facultad que la sentimos con respeto y cariño. Una persona en que la bondad ha hecho presa de su corazón.
   Una persona que ha dedicado toda su vida a lo más preciado de la sociedad, la educación. Una persona que con su ejemplo de trabajo responsable, serio, pleno de abnegación, nos traza la ruta verdadera y eficaz en nuestro delicado quehacer.
Su vivir es alegría contagiosa para todos.
   Esta persona se alza sobre nosotros como una lección que debemos aprender. Lo seguimos y apreciamos su cercanía. Esta persona es el Decano de todos conocido.
   Dr. Abelardo Castro Hidalgo, su incorporación a la Comisión de Estudios de Fondecyt y su elección como Presidente del Consejo de Decanos de las Facultades de Educación del CRUCH, son un reconocimiento nacional y público al significado y aportes de nuestra Facultad a la educación del país.
   Por eso, un gran agradecimiento  a una admirable persona que se incorporó a nuestro caminar inquieto. Que nos ayudó a visualizar nuevos senderos y, en lo personal, a valorar mi propia experiencia como fructífera.
  Trabajar al amparo de este hombre que llegó del frío, es sentirse inyectado a lograr objetivos importantes.
   Es tocar con la mano la esperanza para rescatar el derecho a vivir, a pensar y conocer su propio valor. 
  ¡Felicidades... estimado Decano
!"
-o-o-o-

Un día del 2006, solicité a la Directora del Depto. de Curriculo, Sra. Beatriz Figueroa, que me permitiera entregar unas pequeñas palabras finales en la Ceremonia de Licenciatura de los alumnos de las Carreras de la Infancia. Ella, aceptó y estas fueron las palabras que dirigí cuando en enero del 2007 se realizó dicho evento.

-o-o-o- 

PALABRAS FINALES
   "Un año pasa, pasa otro más y se enlazan en mil jornadas que se van rodando hacia el confín del tiempo, con su carga de sentimientos y realidades, con el rictus doloroso que empaña la vida y el esplendor alegre de las horas soñadas, para volver -si es preciso- en el retorno eterno, deslumbrante, luminoso del vaivén temporal que todo lo inicia en ondas que se van, no se van; porque partir es nacer de nuevo. 
   Los que se van permanecen, algo queda de ellos en los sitios que abandonan.
  Estoy aquí para decirles adiós, el reiterado adiós del profesor a sus alumnos que pareciera la rutina de siempre; pero, que no lo es.
  Cada despedida de las aulas es un asunto de conciencia, conclusión de la jornada, una suerte -en último término- deemplazamiento. 
  La pregunta es: 
  ¿Quién enseña a quién?, 
  ¿Quién aprende de aquién?, ¿
 ¿El profesor vehemente en el verbo, olvidando que afuera el cielo resplandece y que los manzanos estallan en pétalos de nieve?. 
   ¿Los alumnos que traen sus verdades reflejadas en sus rostros para la mutua comprensión? 
   ¿El profesor entrecruce de números, hablando con el pizarrón? 
   ¿Los alumnos latiendo en sus vidas y en el amor?  
   ¿Quién obligó a quién? 
   Uno aprendió de uno y todos enseñaron a todos.
   Piensen en eso, porque ahora, quiero decirles adiós y desearles las venturas preciadas en las nuevas rutas que hoy emprenden, porque cuando traspasen el umbral de este teatro, ya no serán los mismos; saltarán el Muro necesario para cruzar a una tierra infinita de un país de nadie y no se conocerán.
   Sus cuerpos se llenarán de pétalos de rosas y claveles. Por sus venas la cantarina sangre correrá vibrante y jubilosa y no se conocerán.
   Escucharán el rugir del bramido del mar y el cielo se hará más profundo y azul. Desde todos los lugares voces misteriosas los harán avanzar anhelantes e inquietos y no se conocerán.
   Vayan por todos los confines, senderos y encrucijadas y cuando encuentren la fuente prodigiosa, vertedora del solitario y fraterno amor...
    ¡Ahí se encontrarán!. Volverán a ser los mismos, entonces sus miradas soberanas tornarán al punto de partida.
   ¡Adiós! ¡Id sin timidez, la puerta está abierta!
   Salgan sin temor a buscar sus ideales.   
   Resueltos, apasionados, pero sin apresurarse logren las verdades-ideales que ustedes llevan en sí.
   Porque, ¿qué es un ideal?
   Es agregar una medida de gracia al mundo.
   Es aportar una suma de esfuerzos y sacrificios para que el mundo sea mejor.
   Es luchar, soñar con fe inquebrantable en la estrella que se debe alcanzar...
   Por eso:
             "Con fe lo imposible soñar,
             "el mal combatir sin temor.
             "Luchar sobre el miedo invencible,
             "de pie soportar el dolor.

             "Amar la pureza sin par,
             "buscar la verdad del error.
             "Vivir con los brazos abiertos.
             "Creer en un mundo mejor.

             "Con fe lo imposible soñar.
             "No importa cuan lejos esté.
             "Vivir con la vista en el cielo.
             "Con fe nuestra estrella alcanzar.

-o-o-o-

En julio del año 2005, en uno de los salones de un céntrico hotel de la ciudad, se realizó una ceremonia de despedida a algunos docentes de la Facultad de Educación, que se habían acogido a jubilación. En dicha ocasión, la labor de cada uno de ellos fue realzada con hermosas palabras de algún compañero de la carrera respectiva. No asistió -por motivos particulares- la profesora Lina Barra Sánchez; sin embargo, me permití recordarla a la distancia, con lo que a continuación entrego:
-o-o-o-
LINA 

   "Un decreto de rutina oficial dirá:"Acógese a retiro, a contar de tal fecha, una docente más". Habrá en el escrito varios considerandos, una firma rubricadora, un timbre; y con eso termina una etapa en la vida de una mujer. Eso será todoy nada más.
   Sin embargo, verdaderamente, eso no es todo porque es mucho más.Y es mucho más que miles y miles de resoluciones definitivas, que todas las resoluciones del mundo; porque es la culminación de una vida dedicada al esfuerzo, a una tesonera labor entregada a los demás. 
   Es la culminación de una  gran y larga jornada de triunfos y fracasos, de ideales y ternuras, de lágrimas y sonrisas, de gestos solidarios y amargos. Es la vida que ha pasado con su convoy de esperanzas y ensueños.Es el nuevo inicio de un sendero otoñal donse irán recogiendo los frutos que se han cosechado.
   Una docente se retira: las manos temblorosas trabadas de emoción; los labios, dejo amargo por incomprensiones recibidas, pero ya olvidadas; la mirada tenue apagada, pero siempre tierna, límpida como infancia reflejada.
   Una docente se despide y su semblante irradia la satisfacción del deber cumplido. Porque no se despide a un ser cualquiera. Se despide a una mujer común y corriente que es una Educadora.
   A una docente que años tras años ha ido entregando lo más noble de si, entre sus alumnas de la Carrera de Educación Parvularia de la Facultad de Educación, de la Universidad de Concepción. 
   Una profesora que ha ido entregando, en las aulas, la levadura que hace la comunión más justa, fraternal y responsable. Ha ido ofrendando, de una u otra forma, lo que rebalsa los cánones didácticos de la enseñanza: la espiritualidad.
   Una Facultad no es materia. Es un enjambre de mentes en orden y desorden, dinámica y vital, de sombras y vislumbres y, sobre todo, de experiencias cotidianas. Es, además,  un conglomerado crujiente, arrollador, luminoso que busca sendas apropiadas para desarrollar potencialidades de alumnos y profesores.
   En una Facultad campea el espíritu, no la materia. Una Facultad sin alma, es fea, ciega, falsa. Es decir, es cualquier cosa menos una Facultad.
  Cuando una docente se retira, ¿qué encontrados sentimientos albergará su espíritu? ¿Acaso su mirada irá tras el añoso árbol que junto a ella, en cada primavera floreció? o ¿Su oído recogerá conmovida, las alegres, juguetonas voces de sus alumnas acudiendo de otras alumnas? ¿Será su recuerdo cariñoso a sus colegas?
   Cuando una docdente se retira, sus pasos serán lentos para empaparse de nostalgias, añoranzas de tiempos ídos, pero siempre presentes.
   Mirará el cielo, a las erstrellas y en su corazón nacerán vivencias reales, certidumbres de futuros promisorios, de nuevos amaneceres, de paz y esperanzas, de vida en plenitud.
   Cuando una docente se despide, el viento entre los árboles, la lluvia fina, leve; el sol de cada día; las alumnas con sus rondas, irán diciendo adiós.
   La luna en las ventanas, estrellas entre los ojos; la tierra florecida, las alumnas con sus rondas irán diciendo adiós.
  Cuando una docente se despide, la luz dorando las hojas por verdes alamedas; sereno caminar, sonrisa entre sus labios, irá encontrando Amor.
   LINA BARRA SÄNCHEZ..., en este mensaje que  he querido ofrecer vaya mi reconocimiento y afecto a usted, por la abnegada labor desempeñada con sus alumnas de la Carrera de Educación Parvularia de nuestra Facultad.
   Usted nos deja un legado de sabias lecciones que sabremos recoger con respeto y gratitud. Porque la Carrera de Educación Parvularia, floreció en armonía y compañerismo, y junto a la metodología se entrecruzó su verbo anunciador".
   ¡Adiós...!     

(julio 2005)
-o-o-o-

La Campana

                                                            Para:
                                                                     Colombina, 
                                                                     Baltazar 
                                                                     y 
                                                                     Facundo,
                                                                     mis nietos...


   "Impregnado de un idealismo, salí -una vez finalizado los estudios de Profesor Normalista- en busca de una escuela que sería mi primer contacto directo con la educación. Anclé en Ránquil, un pueblo enclavado entre cerros de extensas viñas que los cubrían.
   Empecé a conocer a los niños que serían mis primeros alumnos. Niños campesinos que llegaban desde muy lejos.
   Todas mis inquietudes como profesor chocaron fieramente con la realidad social de nuestros campos. Los niños llegaban a la escuela no tanto en busca de enseñanza, sino más bien, procurando un poco de cariño y alegría.
   Nada conseguía -en los primeros intentos- con llenarles la cabeza con un programa que en nada se compadecía con la realidad existente.
    Había que buscar otros medios para ganarse a esos niños y para que fueran aprendiendo algo.
   Empecé a preocuparme de su alimentación. Todos comían en una olla y con una cuchara de palo.
    Reuní un poco de dinero entre la gente del lugar y con mi primer sueldo, pronto cada uno conoció la cuchara individual y cada uno comía en cada plato. Los niños se sentían felices y yo también. "Primero el pan y luego la moral", decía Mack el Cuchillero, en la Ópera de Tres Centavos de Bertolt Brecht. Yo seguía su ejemplo.
   Con ellos, luego, organizamos una pequeña velada, a la que invitamos a toda la gente que deseara venir. Una módica suma de dinero fue el derecho pra entrar a observar la realización de la velada. La escuela se hizo pequeña. Los que quedaron afuera procuraban mirar por las ventanas.
   Con el dinero obtenido compramos lo que faltaba a nuestra escuela: la Campana.
   Una linda Campana compré en Chillán en una fundición. Era pesada. Once kilogramos. Muy bien templada. Al llegar a Ñipas, hasta donde podía alcanzar en tren, dejé la campana encargada, puesto que no podía llevarla conmigo, porque la caminata que debía hacer era larga, más de 15 kilómetros.
   Cuando en la tarde, pronto ya a oscurecer, por los cerros, arriba, se siente cantar a una campana. Todo el pueblo está intrigado, ¿quién doblará las campanas a esa hora? y ¿por qué?. Yo sonreía en forma misteriosa. De pronto, por un faldea de los cerros, aparece Juancho con la campana y dale y dale con hacerla sonar.   
    Algunas ancianas se persignaban presurosamente y huían a esconderse murmurando algo que nadie escuchaba. Los más se acercaban al Juancho y lo palmoteaban y, a la vez en un descuido de éste, también hacían sonar la campana.
   Al día siguiente, sin grandes aspavientos, amarré la campana a una viga y empecé a llamar a mis alumnos. Nunca había tenido tanta asistencia hasta ese entonces. Los niños volvían a la escuela. La escuela ya estaba completa, tenía su campana.
   Que grato recordar esos momentos cuando ya una buena parte de mi vida la he pasado rodeado de niños.
   La gente del lugar parece que desde ese instante se dio cuenta que existía un profesor. Llegaban hasta mí para que les redactara cartas, a preguntar por el comportamiento de sus hijos, etc.
   Los niños se sentían cerca de mí. Estaban felices. Eso es lo que yo quería. Preferían venir a la escuela antes que ir a trabajar en los fundos como lo hacían antes de mi llegada.
   El llamado se había hecho profundo. No sólo a su tañer acudieron los niños, sino también los padres.
   La escuela ya era Escuela... tenía su Campana..."

(Tomado de El DIARIO Color, Domingo 19 de agosto de 1973.)
-o-o-o- 

El regreso a la Universidad el año 1992, se debió, en gran parte, a la tenacidad y amistad de la profesora Teresa Erosquín que propuso mi nombre para el retorno. 
Cuando ella, se acogió a retiro, le escribí lo siguiente:


 EL REGRESO

   "
Hace algunos días, gozando con mis simples recuerdos, eché a andar mi grabadora que usaba en mis tiempos de "teatrero"...
   Mi hijo se puso rojo al escuchar su propio llanto cuando era bebé, más adelante peleaba con su hermana Romina porque tocaba la "Cheché". Así llamaba él al artefacto. ¿Por qué?, porque en los programas radiales infantiles que yo hacía para Radio Universidad, había un personaje llamado "Cheché".
   Mis personajes tenían nombres de gente que estimaba y quería o que había conocido en algún pueblo o en mi lugar de trabajo: Hay Marías, Meches, Pelucos y una pequeña llamada "Cheché".
    La verdadera Cheché está hoy aquí..., Ella vino con los ojos de jacintos vergelinos, traía la templanza de los aires de Nahuelbuta, la bravura y valentía de Arauco... todo amalgamado con sus ancestros franceses hizo de ella una rica mezcla...
   Hoy, yo, no podía dejar de estar aquí para acompañar a una persona que se enmarca en una categoría excepcional, a la que acompañan cualidades extraordinarias...
   Teresita, Normalista... caminó por la senda del apostolado, de la abnegación, del detalle impecable. Pasó por las aulas de mi Escuela, sin ausencias... Allí estaba cada día viviendo la experiencia magnífica de tocar el motivo esencial de la educación: Los Niños...
   Allí quedó su lección como debe ser, como ejemplo...
   Allí se proyectó la Maestra íntegra, con su dimensión humana cosechando un auténtico aprecio...
   Su esfuerzo escaló los peldaños en un nutrido perfeccionamiento, lo que le permitió entregar una auténtica lección universitaria.
    En esta mujer..., increíble mujer, quiero destacar uno de sus más grandes tesoros... su leal amistad, que he tenido el honor de conocer...
   Una amistad trascendente... capaz, como pocos seres humanos, de saltar todas las vallas y prejuicios...
    No olvidaré nunca el día en que debí abandonar la Universidad... En medio de una gran congoja me llevó a mi casa con mis elementales pertenencias... Ella lloraba. Su apoyo, en ese momento de mi vida fue crucial y trató de evitar mi desplome.
    El primer día que volví a la Universidad, la escena se repetía; pero, esta vez no lloraba, sino que reía y apoyaba mi alegría que pudo reflejar al interior de mi hogar.
    Esta es la mejor demostración de los más puros y nobles sentimientos de un ser humano, la valentía que logró vencer todas las mezquindades, todas las miradas, todos los prejuicios... entonces Ella adquirió una estatura enorme.
    En su ausencia estará siempre la objetivación de su espíritu. Muchas Teresitas, o casi Teresitas o parecidas Terecitas enriquecerán este hermoso país... porque las lecciones auténticas no pueden ser en vano, ni efímeras. Deben ser trascendentes y multiplicarse e imitarse.
  Teresita... Gracias por mostrarme una faceta auténtica y grande; por su apoyo. Ël dará fuerza y seguridad a mi nuevo andar..." (27-01-1993)

-o-o-o-
La ciudad, a través del tiempo, ha sufrido de algunos acontecimientos que ha puesto en labios de todos la palabra "solidaridad". Pensando en cómo podría usarla en mi clase para luego entrar al diálogo siempre provechoso, les leí lo que, en alguna oportunidad, escribí:
-o-o-o-

SOLIDARIDAD

   "Resulta, mis estimados alumnos, que venía a mi cotidiana labor, cuando un golpe de aire removió los árboles de mi camino y una lluvia de amarillentas hojas cubrieron los espacio de mi andar.
   Me detuve y tomé conciencia del tiempo otoñal.
   Miré los árboles sacudiéndose las doradas medallas y pensé que inertes, aletargados se aprestaban a soportar la la larga noche invernal. adormecidos ante la inclemencia de los fenómenos naturales. Entonces, no sé por qué me dije "debo ser solidario con mi primo hermano el árbol" y esperar como él la promesa de la primavera.
   Crucé el umbral de la Facultad y me apresté como es necesario y correcto, hacer una introducción verbal antes del inicio de clases.
   Voy a realizarlo, por supuesto, con el concepto Solidaridad.
   Solidaridad es un vocablo formado por once letras, agrupadas en cinco sílabas, aguda sin tilde, terminado en consonante. Vista de ese modo nada nos dice.
   Mirado en tanto concepto intelectual, por muy brillante que sea, tampoco aporta mucho. Porque suele ocurrir que se dice, a veces, muchas tonterías en nombre de la solidaridad.
   Porque la gestación de un concepto no tiene sentido si no es la expresión de un accionar del hombre. Por más que se valorice una palabra será sólo una abstracción, un cascarón hueco, si no es una consecuencia, esté inserto y se empape de las esperanzas, la lucha y los sentimientos de la gente en el camino de la redección humana.
   Por eso, mejor me pongo en el oído la palabra solidaridad que después de un breve titubeo, me dice: solidaridad es sólo, "sólo ser", "sólo entregar".
   Es decir solidaridad es un don de generosidad. En su campo es rechazada la individualidad y el egoísmo, en sus ámbitos florece la amistad, la colaboración, el compromiso codo a codo y se le da un puntapié a la indignidad.
   Ser solidario tiene su destino en el fervor por las causas justas, es el sabio consejo de la experiencia, es levantar al humillado y ofendido.
   Ser solidario es la real comunicación con mi adversario a quien no considero mi enemigo que posee una parte de la verdad, que es todos. 
   Es el reparto de la torta con equidad donde las aspiraciones de todos los sectores sociales quedan complacidos; porque no puede haber lazos solidarios entre poseedores y desposeídos cuando el abismo de separación se continúa profundizando.
   La solidaridad se demuestra en la tarea común, donde todo el mundo esté interpretado. Solidaridad es el esfuerzo, alegrías y sacrificios en el camino recorrido y por recorrer, es el sentimiento de unidad que nos otorga el existir nacional.
   Ser solidario es ser con las personas: la mirada , la sonrisa abierta y la mano extensa.
   Ser solidario es derribar los muros que ocultan el horizonte, es ahuyentar las sombras que han separados a hermanos. Es una ronda de niños jugando con el sol.
   Ser solidario es crear, unir, trabajar por "una Patria justa y buena para todos"..."
-o-o-o- 
Siempre les preguntaba a mis alumnos ¡QUÉ ES EL TIEMPO? Ellos respondían de diversas maneras. Yo les recomendaba que leyeran la obra de teatro "Los Ángeles Ladrones" del gran dramaturgo  Jorge Díaz, porque  una de sus canciones dice que: 
               "El tiempo es un pájaro. 
               Un ave de vuelo veloz. 
               El tiempo se mide 
               con el corazón".  
Al preguntarme a mí qué pensaba sobre el tiempo, yo les leía lo que una vez escribí:
-o-o-o-

 EL TIEMPO

   "El tiempo... es posible en el espacio tiempo; y, en su vaivén infinito es, fue y vendrá cual ave pasajera de fantástico y misterioso viajar.
   Viene cabalgando con sus alas desplegadas desde las lejanías pretéritas y, sin reposar en lo actual, se proyecta en el infinito porvenir, porque el tiempo es el tiempo y no se detiene.
   El tiempo es una vertiginosa flecha lanzada al espacio sideral, una onda sonora de inacabada amplitud; pero también un lento, cansino convoy que pasa o una siesta pueblerina que aparenta detener su móvil.
   Todo tiene un comienzo y un fin, todo nace, se desarrolla y termina después de haber cumplido una función. Por eso, el tiempo es el tiempo y no hay que dejarlo pasar en vano.
   El tiempo... inconmensurable, jactansioso pilluelo; tren tubular lanzado al espacio con pies de zancadas torbellinas: piafante corcel alado en vertiginosa carrera que nunca se detiene.
   Se irradia en ondas silentes de menudo callar o en grávidas olas de estruendoso ulular. Se esparce en sentimientos y pensar sobrecogidos de temores y angustias transitorias; de alegrías pasajeras y de soñadas esperanzas.
   El tiempo no se detiene...
   Pero el hombre, tenaz ilusionador, con sus mañas y argucias pretende dosificarlo, envasarto o dominarlo. Lo calendariza en tiempo presente, del ayer y del futuro. Entonces, lo encuadra, lo enmarca en hechos y acciones de mayor a menor cuantía y, pasándolo por un cedazo de fina seda , el tiempo, va destilando su cantar en audibles armonías.
   Pero, el tiempo no pasa en vano...
   Y hay que darle tiempo al tiempo...!
-o-o-o-
En mis clases de literatura infantil utilizaba, a menudo, el cuento "Los sueños del sapo" del gran escritor argentino Javier Villafañe y luego de un análisis dialogado, los alumnos, llegaban a una conclusión: nosotros los seres humanos también soñamos y, a veces. esos sueños se convierten en realidad, como sucedía cuando les leía lo siguiente: 
-o-o-o-

LOS SUEÑOS SE CONVIERTEN EN REALIDAD

   "A través de los tiempos, siempre, el hombre ha querido imitar a los pájaros; quería volar, pero no tenía alas... y cuando lo intentaba rodaba por los suelos.
   Un día, el hombre, leyendo los cuentos, soñó que volaba en una alfombra mágica por el cielo y las grandes águilas pasaban por su lado mirándolo con extrañeza.
   Para volar como ellas había que inventar algo...
   El hombre inventó un pájaro grande de acero que llamó avión; aunque las especies de alas que tenía, no se movían como lo hacían los pájaros, podía subir a una gran altura y volar muy lejos; pero, ayudado por motores.
   Al igual que las aves, existen distintas especies de "pájaros de acero": aviones de pasajeros, de carga, de servicios de ambulancia para el traslado de enfermos a hospitales, de las fuerzas armadas, etc.
   Y el sueño se convirtió en realidad...

    El hombre día a día sale a los campos a preparar la tierra para la siembra y que luego cosechará: va con el caballo que tira un arado. Y cuando tiene que trasladarse a otro lejano lugar, va en una carreta tirada por bueyes cansados, sacudiéndose por las zanjas y piedras del mal camino que se extiende interminablemente.
   El hombre, leyendo los cuentos, sueña con tener un caballo que sea capaz de ayudarle a sembrar su campo profunda y rápidamente.
   El hombre creó su caballo de hierro para arar la tierra: el tractor.
   Y el sueño se convirtió en realidad...

   El hombre, quería trasladarse con rapidez a otros lugares, lejos de su campo y soñaba otro caballo, también de hierro, pero que pudiera correr sobre rieles y en tierra firme o en el mar o los ríos.
   El hombre, leyendo los cuentos, creó el  ferrocarril, los buses, los barcos, etc.
   Y el sueño se convirtió en realidad...

   El hombre, leyendo los cuentos, comenzó a soñar con botas-corredoras que le permitieran atravesar montañas, ríos y valles.
   El hombre creó el automóvil, la bicicleta, la motocicleta, todo lo que facilitará su traslado a largas distancias. Le es muy agradable viajar en una máquina que avanza ligera: el hombre va manejando escuchando la música del radio, el aire refresca su cara, por la ventanilla mira los bosques, los ríos, atraviesa los puentes y pueblos y ciudades.
   Y el sueño se hizo realidad...

   El hombre, leyendo cuentos a sus nietos,  en su modesta casa, a la luz de una vela que vacila por el viento y las sombras se desparraman por el piso quedando toda en la oscuridad, comenzó a soñar.
   El hombre creó la luz eléctrica. Y la electricidad comenzó a servir al hombre, iluminando las casas y las calles, permitiendo escuchar la radio y ver la televisión.
   Y el sueño se hizo realidad...

   El hombre, todos los días tenía que salir en busca de agua, ya sea al pozo o al río, lloviendo o con el sol abrasador. Soñaba con aliviar su faena cotidiana.
   El hombre, leyendo los cuentos, aprovechó las aguas de los ríos y, así, permitió que ésta entrara en su casa y le sirve, también, para irrigar las siembras.
   Y el sueño se hizo realidad...

   El honbre siempre sintió atracción por el mar, y soñaba, sobre todo, saber cómo era la vida de los peces y el secreto de lo sucedía en su fondo.
   El hombre, leyendo los cuentos, inventó las escafandras. Con ellas bajó a las profundidades del mar y comenzó a estudiar el reino marítimo. Existen equipos de hombres que trabajan debajo del agua, explorando el fondo y levantando a la superficie los barcos hundidos: buzos, hombres rana, etc.
   Y el sueño se hizo realidad
... 
-o-o-o-

En mi 2º año a la llegada a la Escuela Nº 74 (1966), tuve que hacerme cargo de un Cuarto Año Básico. Para ellos era un profesor nuevo y no me conocían; por lo tanto me miraban con desconfianza, pues estaban acostumbrados a su profesora que los había atendidos por los tres años anteriores. 
Empecé a contarles de las cosas que había descubierto en la escuela -yo había llegado en el 2º semestre del año anterior-, por ejemplo: de los árboles, sobre todo de un abeto que estaba un rincón del patio. Ellos me escucharon en silencio y comenzamos a dialogar sobre el árbol. Les expliqué que una persona llamada Hans C. Andersen había escrito  -hacía muchísimos años atrás- un hermoso cuento precisamente sobre un Abeto. Esto les interesó y me pidieron que les contara más cuentos. Les pregunté cual que querían. Un niño dijo: uno de Leones. Entonces nació el cuento El leoncito, que tuvo mucho éxito, no sólo entre ellos, sino también entre los apoderados del curso. (Los padres, en las reuniones del micro centro, se me acercaban y en voz baja me decían que en Chile no exitían los leones. Yo me reía...)
-o-o-o-

EL 
LEONCITO
                                                             Para:
                                                                     Colombina, 
                                                                     Baltazar 
                                                                     y 
                                                                     Facundo,
                                                                     mis nietos...

                                                         Esto es tan verídico 
                                                         como yo los veo a ustedes 
                                                        y ustedes me ven a mí.

   "Resulta que una vez, luego de terminar mis clases en mi escuelita rural, salía a caminar por los campos rodeados de cerros. Caminaba y caminaba y subía y subía por las laderas de esos cerros, sin darme cuenta. 
   Miraba, desde la cima, los  hermosos paisajes de los campos. Creía ver que  los potreros era como un río   verde que avanzaba serpenteando y  los árboles que lo orillaban -como el sauce- semejaban ser las riberas de color verde oscuro de ese río veloz.
   Seguía caminando cuando,  de pronto, en un recodo del camino, apareció un león. ¡Yo me quedé tieso de puro miedo! ¡Paralogizado! De repente, recobré los movimientos - dí media vuelta-  y  salí corriendo cuesta abajo.
   Cuando creí que estaba a salvo, miré para atrás y vi que el leoncito me seguía, también corriendo.
   Mientras más me apuraba, el leoncito también hacía lo mismo. Sin darme cuenta me introduje corriendo -ya muy cansado- por una senda entre cerros altos por lado y lado y, de pronto, descubro que dicha bendita senda termina en un callejón sin salida. Jadeando por el cansancio, me detuve y me senté para observar el lugar.
   Descubrí que estaba rodeado de cerros altísimos y de uno de ellos -al fondo- cáía una cascada de agua que metía mucho ruido. Me acerqué a beber la rica agüita, ¡feliz de haberme salvado del leoncito! 
   Ya más tranquilo y descansado, quiero continuar mi camino de vuelta y, al empezar a caminar hacia la salida por donde había entrado, vi al leoncito parado  en la angosta entrada de la senda, como impidiendo mi salida.
   Yo que quería salir del callejón y el leoncito que se me plantaba delante sin dejarme pasar. Así estuve un buen rato. ¡Yo que sí y el leoncito que no!. Hasta que , de repente, se me ocurrió la idea salvadora. ¡La idea genial!.
   Miré la cascada. Y, tratando de engañar al leoncito, corrí hacia la salida donde él estaba; pero, de pronto, di media vuelta y empecé a subir por el agua que caía de la cascada. Así, jadeando,  llegué a la cima del cerro. 
   Cansado, pero feliz de haberme salvado de ser devorado por el leoncito, miré hacia abajo. ¡Saben lo que veo! ¡Al mismo leoncito que también venía subiendo por el agua para arriba!
   Entonces, desesperado, abrí bien los brazos. ¡Así...! Abracé el chorro de agua que caía. Al hacer eso, el agua por la que subía el leoncito quedó en el vacío y bruscamente se fue al suelo. 
   ¡Ahí, mismo murió el pobre animalito con el tremendo "guatazo" que se dio en el suelo. 
   ¡Así salvé mi vida!".
-o-o-o-   
A pedido del Jefe del Departamento de Orientación, de la Escuela de Educación, de la Universidad de Concepción, don Luis Henríquez Yáñez, realicé con mi curso de Octavo Año Básico de la Escuela Nº 74  -durante el Primer Semestre de 1970-, una demostración de Discusión Grupal, que fue presenciada por los estudiantes del Segundo Año Profesional -Nivel Medio- de la Escuela de Educación. Dicha clase la inicié con la siguiente forma: en un principio, en los albores de la civilización, cuando el hombre poniéndose de pie se aprestaba a iniciar su extraordinaria marcha al encuentro de su humano desarrollo, sucedió lo que aquí narro...
-o-o-o-

VIOLENCIA

   "Era un amanecer de esos milenarios tiempos en que dos hombres primitivos, ocultos tras las rocas,observaban con asombroel ir y venir de una hermosa mariposa de vivaces colores.
   Disfrutaban del vaivén zigzagueante de la gácil alada, mientras un sentimiento nuevo irradió en sus mentes en ciernes y desearon terminar con la libertad de la mariposa.
   Alegres como niños en juegos, la persiguieron por doquier para capturala con sus toscas manos. Correteaban tras ella sin poder alcanzarla, porque su vuelo mantenía su preciosa libertad.
    En un momento dado, la mariposa se posa en uno de ellos y el otro asiendo un garrote lo descarga en el blanco elegido; pero,el golpe sólo cae en plena en plena cabeza del furtivo cazador; éste exige una explicación  y sale de escena. 
   Vuelve más tarde con otros acompañantes con sendos garrotes que hacen huir al iniciador que también vuelve con más acompañantes. con más sendos garrotes...
   Y así nació para la sufrida humanidad esa madrastra malintencionada, esa injusta y cruel sin razón  que reina sobre las ruinas y los escombros, esa insana pasión de lobos contra lobos que se llama Violencia".
-o-o-o-
   
Los siguientes dibujos para la discusión grupal fueron realizados por Carlos Freire.

Violencia (Qué culpa tiene el tarro)
-o-o-o-

  

Duelo
-o-o-o-o-


violencia entre dos bandos
 -o-o-o-


Robo con violencia
-o-o-o-

-
La serpiente provoca violencia
-o-o-o-


Violencia total
-o-o-o-


Violencia cobarde (por la espalda)
-o-o-o-
Voy escribir de profesores; pero, de aquellos formados en las Escuelas Normales. Los  conozco de cerca -junto a mi tengo a una auténtica Normalista formada en la Escuela Normal de Ángol-. Yo estudié en la Escuela Normal de Chillán, luego de haber terminado mis estudios de Humanidades en el Liceo de Hombres de Chillán. Escribo. entonces para los normalistas -especialmente para María-.
-o-o-o-

NORMALISTAS

  
"Sé de ellos, que en sus pasos por la vida propia y de las demás, lo entregaron todo; que en su largo tránsito en el quehacer educacional fueron generosos y constructivos.
   Sé de ellos, que no rehuyeron sus días aciagos, pero que buscaron siempre y con fervor las voces plausibles que ofrece la paz.
   Conozco de ellos, que en sus almas se templó la esperanza de la amistad, el cordial abrazo fraterno, la sana convivencia y el encuentro por  sendas fructíferas y correctas.
   Maestros Normalistas que no buscaron el oropel engañoso, ni las artificiosas y pasajeras ambiciones rutinarias; sino que ellos se afirmaron en el permanente y simple juicio del deber cumplido.
   Sé de estos maestros, educadores, que entregaron con demasía lo más fiel, lo más noble de su ser, comunicándole a otros que nada pasa en vano, que siempre es dable dejar una señal, una cuña, una ofrenda generosa que nos habla y que nos indica que el profesor se debe a los demás.
   Son Maestros Normalistas que pacientemente tejieron una cadena silenciosa, invisible, de prodigiosa labor, cuyos eslabones fueron asidos por las manos tiernas y frágiles de los niños y que, en algún tiempo cercarán al mundo de aromas de manzanas en prinavera.   
-o-o-o-
En las escuelas se hacen tantas campañas para prevenir tantas cosas, tales como: No fumar; no correr en los pasillos, se prohibe botar papeles en el suelo, (hasta se prohibe prohibir), etc. etc. Como una forma de ayudar a evitar las caries, escribí este cuento:
-o-o-o-
LA PRINCESA MUELITA
                                                             Para:
                                                                     Colombina, 
                                                                     Baltazar 
                                                                     y 
                                                                     Facundo.
                                                                     mis nietos...




                                                   Los cuentos, cuentos son.
                                                   Pero, si esto no hubiera        
                                                   ocurrido,
                                                   nunca lo habríamos sabido.

   "Érase una vez un rey llamado Canino. Vivía en el Palacio Bucal, un palacio blanco, blanco como la nieve. El rey tenía una hija bella como una mañana de verano, hacendosa como ella sola y traviesa como el viento en la primavera. Era la Princesa Muelita.
   Todas las mañanas, la princesa Muelita salía al jardín del palacio Bucal, siempre acompañada de su nana Juicio, venerable anciana muy sabia y de atinados consejos.
   Un día el rey Canino dija a la nana Juicio:
   -Voy a celebrar el cumpleaños de mi hija.  Encárgate de todo.
   La nana Juicio, muy contyenta le respondió:
   - No se preocupe, Majrstad. La Princesa Muelita, que es la  más linda y buena  del mundo, tendrá una hermosa fiesta. 
   El día de la fiesta, llegaron de todos los reinos vecinos, los invitados. El rey los recibió con toda la cortesía propia de un monarca y los invitó a pasar al salón real, donde, en una gran mesa,  estaba servido un gran festín.
   La celebración estaba de lo mejor.  Todos cantaban, bailaban y comían. La princesa Muelita estaba emocionada por la sorpresa de su padre  y de su nana Juicio.
   De repente, por la puerta principal del palacio, apareció volando una gran nave espacial. Era la nave Caramelo. De su interior, salió una mujer furiosa y tan fea, que su boca rechinaban unos dientes, como si fueran clavos mohosos chocando unos contra otros y, de esta manera habló:
   - Como no me han invitado a esta fiesta, he venido junto a mis ayudantes: la caries. ¡Soy, la hechicera Cariadura y desde este momento el palacio es mío!
   Dicho esto, ordenó a sus secuaces, las caries, que apresaran al rey a todos los invitados y luego se pusieron a bailar a "pata coja".  
   Al ver lo que sucedía, la nana Juicio, antes de ser atacada por las caries, defendió valerosamente a la princesa Muelita y la puso a salvo fuera del palacio, consolándola y  diciéndole:
   - La única forma de salvar a tu padre y recuperar el palacio es que cumplas tres tareas. La primera buscar el establo blanco, donde están las vacas reales  y traer la rica leche; la segunda, ir al huerto encantado y coger las verduras que contengan más vitaminas; y, la tercera, encontrar el bosque verde y frondoso y coger  sus finas raíces para fabricar hartos cepillos.
   La princesa Muelita, al encontrarse sola, se puso a llorar; pero, pensando en su padre y en su querida nana, caminó por montañas y valles, atravesó ríos y vertientes y se internó por bosques espinosos. Cansada se quedó dormida.
   De pronto despertó oyendo una voz que cantaba:

                         Soy un joven trovador.
                         Salí al mundo a recorrer 
                         con mi voz y laúd 
                         a nadie tengo que temer.
  
   La princesa, extrañada, miró para todos los lados y no vio a nadie. De nuevo se echó a llorar. Esta vez gimiendo amargamente y, de repente, vio a un hermoso joven ante ella.
   - ¿Tú, quién eres? -preguntó asustada.
   - Soy el Trovador Molar. ¡No tengas miedo!
   La princesa Muelita, ya más tranquila, le contó sus pesares y le solicitó ayuda. El trovador Molar, al conocer lo sucedido en el palacio, calmó a la princesa, diciéndole:
   - ¡Nada temas! ¡Juntos cumpliremos las tres tareas!
   Fueron , pues, en busca del establo blanco. Al llegar a llí ordeñaron las más hermosas vacas y obtuvieron la leche deseada. Luego enocntraron el huerto encantado y cogieron las apetecibles verduras; y, por último, penetraron al bosque verde y espeso, donde fabricaron cepillos con sus raíces.
   Hicieron el camino de regreso, internándose por bosques espinosos, atravesando ríos y vertientes y caminando por montañas y valles, hasta llegar a las puertas del palacio.
   Mientras tanto, en el interior del palacio, la hechicera Cariadura y sus ayudantes: las caries, todavía bailaban la pata coja. Entonces, la princesa y el trovador, calladitos, penetraron al interior del palacio, hasta dar con el paradero de la prisión donde estaba el rey Canino y la nana Juicio y todos los invitados. 
   En jarras  con leche dieron de beber a todos. Luego les sirvieron las verduras, para terminar con un cepillado completo, todos recuperaron sus fuerzas para liberar el palacio de todos los malvados. .
    Así, no le dieron tiempo a darse cuenta a la hechicera Cariadura y a sus ayudantes, las caries para defenderse. El Trovador Molar apresó a la hechicera y, los demás invitados liberados, tomaron por el pescuezo a las caries. Luego, la nana Juicio, encendió un horno de cobre y los quemó junto con la nave Caramelo para que nada quedara de ellos ni en la tierra, ni en el agua, ni en ningún lugar del Palacio Bucal.
   Pronto hubo en el palacio una alegría mayor. El rey Canino, pidió al trovador Molar que se quedara en palacio como su Consejero Real y le ofreció la mano de la princesa Muelita, que emocionada enrojeció como una rosa.
   Después de la boda, vivieron felices y contentos y todavía deben vivir, si no se han muerto". 
-o-o-o-
Siempre cuando se acerca la Navidad, hay intercambio de saludos de buenos deseos y se aprovecha desear dichas y venturas por  el Año, que luego se iniciará. A continuación lean uno de los escritos que envié:
-o-o-o-


CADA VEZ QUE ASOMA LA NOCHEBUENA

   "Cada vez que asoma Nochebuena, el tiempo nos ofrece una suerte de sortilegio que los hombres olvidan prontamente.
   En esa noche prodigiosa, miles, millones de hombres y mujeres de todas las latitudes del mundo, levantan sus miradas hacia los cielos; observan, cautelosos, el brillar de las estrellas; esperan confiados que un hálito de amor los sobrecoja y los redima; que un sentimiento de bondad los una; que una anhelada convivencia en paz acuda a ellos. Pero pronto lo olvidan.
   En la natividad los hombres nacen de nuevo. En sus almas anida la resurrección y una buena fe se desliza en sus corazones; pero, pronto lo olvidan.
  Los hombres miran, escuchan, sienten el mensaje divino pero resbala por sus mentes y no se hace espíritu.
   Por eso, salgan ustedes, en esa noche y miren las estrellas.
   Yo les aseguro que si en sus miradas hay fe y esperanza; si piden con el fervor de sus corazones, ustedes no olvidarán y este mundo de odios, vilezas y cobardías, se irá transformando en una fuerza arrolladora, en un canto de amanecer, en que el hombre irá saliendo paulatinamente de la prehistoria donde habita, para convertirse en verdadero ser humano  e histórico.
   Salgan a mirar las estrellas y les aseguro que la noche y el tiempo, el fulgor de sus pupilas, el silencio y la emoción, irán floreciendo en rondas de paz y fraterna amistad.
  Salgan a mirar las estrellas, porque así los hombres volviéndose a encontrar. mrándose en ustedes, llenándose de luz, no olvidarán jamás.
   Salga ustedes a mirar las estrellas... y el tiempo, el gran e inexorable tiempo de todos los tiempos, no olvidará jamás".
-o-o-o-                          

Hoy habia 9 visitantes (17 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
 
Como pasan...
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis